Por primera vez se mostró abierto a reducir la tasa de impuesto a las empresas, hoy en 27%, más allá de 25%, e incluso deslizó que se podía pensar en 23%. Pero siempre y cuando estuvieran presentes las compensaciones que permitieran cuadrar la caja fiscal para mantener el principio que tendrá este proyecto de ley de impuesto a la renta: ser recaudatoriamente neutro.
La Tercera