El actual gobierno, luego de escuchar a quien quiso, porque hubo quienes pidieron ser invitados y ni siquiera se les respondió, propuso una Reforma Tributaria, que amparándose en la brecha que habría con la OCDE, aumenta significativamente la carga tributaria de los más ricos, aduciendo que el aumento de tasas en el Impuesto único de Segunda Categoría y Global Complementario sólo afecta al 3% de la población, y el impuesto a los super ricos a menos del 1%.